miércoles, 6 de julio de 2016

NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA LA EDUCACIÓN MATEMÁTICA


NUEVAS TECNOLOGÍAS
PARA LA EDUCACIÓN MATEMÁTICA

Ante la generalizada recomendación del uso de nuevas tecnologías en la Educación Matemática (Cockcroft, 1982; Davis, 1992; García et al., 1995; Greer, B., 1989; MEC, 1989 y 1992; NCTM, 1992; Rico y Bedoya, 1998; Yabar y Esteve, 1996; entre otros), y en particular de la tecnología informática, los profesionales de la educación, como investigadores de su propia acción que deben ser (Arcaví, 1995; Berenguer et al., 1998; Giménez et al., 1996; Kilpatrick et al.,
1992; Llinares y Sánchez, 1990; Rico et al., 1992; Stenhouse, 1984), se encuentran ante la necesidad de responder a la pregunta: ¿ayudan las nuevas tecnologías a la obtención de los resultados pretendidos con la Educación Matemática?


LA EDUCACIÓN MATEMÁTICA

De acuerdo con Pérez Juste (1985:15), la educación es “[...] un proceso intencionado, permanente e inacabado, de mejora del hombre en cuanto tal, cuya finalidad es la realización lo más perfecta posible de todas sus potencialidades”, que supone “enriquecimiento personal que viene del exterior y desenvol vimiento de las propias potencias o disposiciones” (García Hoz, 1984:11), así como “[...] desarrollo integral de la persona dentro de un determinado contexto cultural y social. Comporta por tanto un proceso de transmisión de una cultura y, al tiempo, una preparación para la posible superación de la Cultura transmitida” (Guzmán, 1984). Chevalard et al. (1997: 60) escriben: “La didáctica de las matemáticas es la ciencia del estudio y de la ayuda al estudio de las matemáticas. Su objetivo es llegar a describir y caracterizar los procesos de estudio –o procesos didácticos– de cara a proponer explicaciones y respuestas sólidas a las dificultades con que se encuentran todos aquellos (alumnos, profesores, padres, profesionales, etc.) que se ven llevados a estudiar matemáticas o a ayudar a otros a estudiar matemáticas”. Así pues, consideramos que la didáctica de las matemáticas está al servicio de la Educación Matemática, siendo éste un concepto mucho más amplio.

Pero en todo caso, para el propósito que nos interesa, podemos entender la Educación Matemática como el “oficio” del profesor de matemáticas, que, obviamente, es enseñar matemáticas, entendiendo que esta acción no tiene sentido a no ser que haya quien aprenda como consecuencia de ella.


Y en relación con el tema de la formación en tecnología que nos ocupa, tal como dicen Rico y Bedoya (1998:114):

“La educación matemática, en tanto implica una actividad intelectual intensa, en la que se representan, se reflexionan, construyen e interiorizan estructuras conceptuales y herramientas intelectuales apropiadas para la representación, comprensión y transformación del mundo, constituye una de las principales disciplinas para alcanzar exitosamente los logros y satisfacer las necesidades científicas y tecnológicas exigidos en estos tiempos.”

LOS RESULTADOS PRETENDIDOS

El aprendizaje conduce al conocimiento y, en este sentido, los estándares
curriculares que propone la National Council of Teachers of Mathematics (NCTM), consideran que “saber matemáticas es usar matemáticas” (SAEM Thales, 1992:7).

Especifican que la Educación Matemática para los estudiantes de Educación
Infantill y Primaria debe conducir a:
“(1) que aprendan a valorar la matemática, (2) que se sientan seguros de su
capacidad para hacer matemáticas, (3) que lleguen a resolver problemas mate-
máticos, (4) que aprendan a comunicarse mediante las matemáticas, y (5) que
aprendan a razonar matemáticamente” (SAEM Thales, 1992:5).
En relación con las nuevas tecnologías, el tema del presente trabajo, la
NCTM considera:

“• en todo momento todos los estudiantes deben disponer de calculadoras ade-
cuadas;
• en todas las aulas debiera existir un ordenador con fines ilustrativos;
• todos los estudiantes debieran tener acceso a un ordenador para trabajar indi-
vidualmente y en grupo;
• los estudiantes debieran aprender el manejo del ordenador como herramienta
para procesar información y realizar cálculos en la investigación y resolución de
problemas” (SAEM Thales, 1992:7).

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